La actual crisis sanitaria y las medidas de confinamiento tomadas por el Gobierno han desembocado en una importante alteración de la actividad empresarial. Esta situación ha propiciado la conveniencia de solicitar un ERTE por parte de numerosas empresas.
¿Qué es un ERTE?
ERTE es el acrónimo de Expediente de Regulación Temporal de Empleo. Es similar a un ERE (Expediente de Regulación de Empleo) de carácter temporal. Un ERTE equivale a la suspensión del contrato entre la empresa y el trabajador cuando se dan unas circunstancias especiales que empujan a detener una actividad durante un tiempo limitado, o a una reducción del horario laboral, permitiendo que el trabajador vuelva a incorporarse posteriormente a su puesto de trabajo. Este tipo de regulación es aplicable cuando se presentan casos de fuerza mayor o causas económicas, técnicas o de producción.
Al no tratarse de una liquidación del contrato, los trabajadores se podrán reincorporar a su trabajo sin percibir una indemnización. Sin embargo, sí pueden acogerse a una prestación por desempleo.
En el caso de que un ERTE se traduzca en una reducción de jornada en lugar de una suspensión total de la misma, el trabajador seguirá cobrando su nómina de forma proporcional a las horas trabajadas.
Los ERTE en la situación de crisis actual
La situación extremadamente anómala a la que nos ha conducido la pandemia mundial a causa del Covid-19 ha situado en buena parte de los titulares este procedimiento de regulación de empleo.
El obligado confinamiento de la mayor parte de los trabajadores ha situado en la cuerda floja la estabilidad económica de la mayor parte de las empresas. Los ERTE ofrecen una posibilidad de salir adelante tanto a las empresas como a los trabajadores, presentándose como una opción que garantiza en mayor medida el trabajo futuro de los empleados manteniendo su puesto, a la vez que aligera la carga económica de las empresas que, de otro modo, verían gravemente comprometidas sus finanzas al tener que mantener los sueldos sin contar con las entradas normales en el mantenimiento de su actividad, que se ha visto abruptamente interrumpida en muchos casos.
La gestión del ERTE en manos de profesionales
En este contexto, la posibilidad de solicitar un ERTE se presenta como la mejor solución práctica para hacer frente a las necesidades, tanto sociales como corporativas, para las empresas que corren el riesgo de entrar en una espiral de cash flow negativo antes de que sea demasiado tarde.
Para eso es altamente recomendable poner en manos de profesionales la gestión de todos los requisitos necesarios para solicitar y conseguir un ERTE en las mejores condiciones.
Póngase en contacto con Urriza Asesores para obtener el asesoramiento que su empresa necesite a la hora de solicitar un ERTE a fin de garantizar al máximo posible el futuro de su empresa y la estabilidad laboral de sus empleados.